Los Gualps del Régimen constitucional de España. La lista delictual de la Operación Columna
Casi diez años detenido y preso sin sentencia judicial y de arresto en arresto. La lista de la Operación delictual Columna. Bajo el amparo del gobierno presidido por un demócrata llamado Felipe Glez Márquez. Las sentencias del TEDH 69966-01 y las del TCE, RA 871 emitida en el año 1993, resoluciones judiciales brillantes que han servido para limpiarse el culo con ellas. Viva el poder judicial independiente.
Corrían las trece horas del día viente de septiembre del año 1986, el conocido como «El Cabo Rosa», Manuel Rosa Recuerda, se personó ante la Guardia Civil de Montequinto con la aventura de solicitar permiso para poder usar un derecho constitucional como era el derecho a crear una asociación. Entrega la solicitud para poder recibir el permiso para poder utilizar un derecho constitucional para el que no necesitaba permiso, y es felicitado por el Capitán Don Carlos Cáceres, el cual dice: «Cabos democráticos como usted son los que hacen falta en la Guardia Civil». La asociación para la que se quería recoger firmas y legalizarse era la denominada y abanderada por todos los guardias civiles de España, la «Unión Democrática de Guardias Civiles» conocida por sus siglas la «UDGC».
El Capitán Don Carlos Cáceres, lee detenidamente la solicitud, y se levanta y dice: Cabos demócratas como usted son los que hacen falta en la Guardia Civil. Acto seguido con disciplina y buena educación el «Cabo Rosa, al que necesitaba la democracia y la Guardia Civil», se despide y se va a su domicilio donde disfruta de unas pocas horas en compañía de los suyos sin sospechar que al finalizar la tarde, los demócratas necesarios y bajo el paraguas de la constitución, va a perder su libertad y ver eliminados todos sus derechos.
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A las diecinueve horas había quedado en una cafetería la conocida como «Ámerica», en el centro de Sevilla citado con varios diputados y un asesor de éstos, nada más saludarse, fueron rodeados por miembros de los servicios especiales del régimen constitucional de Felipe Gonzalez, alias el Rey Sol porque en su imperio ni el sol era capaz de ponerse y detenidos por el teniente de servicios especiales el célebre Julián Hernández del Barco, los que lo conocían ya sabían que la cosa no era una broma de respeto a la legalidad y que la democracia, los derechos humanos y la constitución era una quimera. Al célebre anteriormente citado se le unió otro miembro del régimen que actuaban en democracia como si los derechos no existieran el conocido capitan del servicio de información de Sevilla, Don Carlos Díaz Trigo, y acompañados por varios sargentos del SIGC y otros miembros del servicio de información de Madrid. El delito no era para menos, situémonos: «Solicitar permiso para poder asociarse y crear una asociación, nada más ni nada menos, hasta podemos creer que ante tamaño delito debían haber mandado un regimiénto, El cabo Rosa era un peligro, y como dijeron en la época, los del sindicato son más peligrosos que los miembros de ETA».
Menos mal que el cabo Rosa, no dijo en esa época que quería hacerse socio del Gerona, sino, posiblemente ya lo hubieran detenido y ajusticiado, el delito era grave pero no tan grave, sin juicio y sin derecho a la defensa fue de centro de internamiento a internamiento y como dice: menos mas que solicité sólo permiso para crear una asociaciación, sino, me ajustician al amanecer y sin derecho a la última palabra». Todo quedó en acusación de sedición militar por solicitar permiso y hacerlo bajo la legalidad vigente, sin violencia y bajo el derecho positivo que utilizaban los que lo acusaron los cuales pertenecían a las asociaciones a las que obligatoriamente los inscribían en la academia, pagaban y sin permiso financiaban detrayendo obligatorimente de la nómina y sin permiso y además sin poder ejercer sus derechos estatutarios. Nada más ni nada menos que un delito de sedición imposible de cometer, pero señores, la Guardia Civil, está por encima del estado de derecho y de la ley y sobre todo de un Cabo valiente que se atreve a solicitar poder crear una asociación al amparo del texto constitucional
No cabe duda que todos los que lo acusaron y encarcelaron, fuerzas policiales, militares, castrenses y demás guardianes de la democracia tenían razón, la Guardia Civil no es cualquier cosa, es un estado dentro de un estado y la chulería del Cabo Rosa como guardia civil era indecente, solicitar permiso para el ejercicio de un derecho constitucional era un mal precedente, la Guardia Civil no se ajusta al estado de derecho, está por encima del estado, sin ésta el estado va a la hecatombe y sus miembros están obligados a vivir fuera del amparo constitucional, e incluso a no tener seguridad social porque nunca pueden enfermar. Como ejemplo la manifestación de policías y guardias civiles pidiendo que por favor le dieran asistencia sanitaria, lo malo, es que a los que se atrevieron a pedir pan y agua fueron expulsados y marginados. Otra chulería más de cabos valientes y demócratas como el «Cabo Rosa», y otro acto más de justicia de unos jefes que mandan en la guardia civil y hasta en la salud de sus recursos humanos, en la vida y en la hacienda.
Si todo lo que se hizo está muy bien, al ciudadano guardia civil, que no se entera que es súbdito, hay que hacerle de todo y para eso, está el mando que además es especialista en la salud mental de sus subordinados, los diagnósticos los saben de carretilla, no sólo son dueño y señores, sino que, se los sacan de la manda, a saber «Epidemia constitucional en el puesto», al psiquiátrico militar y punto, todos locos. Lo malo de todo esto es que por lo que vimos, los locos no están tan locos, si se habla con ellos piden lo que ya les dio las reiteradas sentencias antes señaladas el TEDH y del TCE, lo malo del asunto es que en España los cuerdos guardias civiles acaban como locos sanos en los Gulaps del «regimen» bajo el gobierno de Felipe González.
Para ir finalizando, puesto que la historia es larga, y la de nuestro compañero Manuel Rosa Recuerda mucho más larga. Después de ser detenidos e identificados fue amablemente trasladado, a las dependencias del Servicio de Información de la Guardia Civil, donde como ya se pueden suponer ustedes fue muy bien tratado, le dieron caña de azucar, jarabe de palos, se le tomó declaración y se levantó un atestado, sin presencia de su abogado, se le puso agua en las venas para que estuviera bien fresquito y no se durmiera, para ser rehabilitado hasta que llegó su abogado, que lo hizo sobre las dos de la madrugada. Toda la declaración sin garantías constitucionales algunas se ciñó a la UDGC y a sacar información con gran amabilidad y dureza sobre todo lo relativo al grave hecho de la formación, integrantes etc que formaban y llevaban a cabo una asociación.
Debemos destacar el gran cariño aplicado, jarabe de palos, muestras de compañerismo con inyección para que no se olvidara de nada, animo y entretenimiento para que no se durmiera, un gran ejemplo que llevaron a cabo esos compañeros, demócratas respetuosos, solidarios y ávidos de averiguar quiénes participaban y daban apoyo a la UDGC, porque quería cogerlos, felicitarlos y darle el cariño y atenta bienvenida como la que le estaban dando al Cabo valiente conocido desde esa celebración en toda España. «El Cabo Rosa».
El Cabo Rosa ante tanto caríño solicito por favor ser reconocido por el forense cuestión que no fue admitida siendo llevado al médico militar porque tanto cariño y emoción lo estaba llevando a una crisis biopsicosocial que podía derivar en irse al cielo, y que mejor que evitar al médico forense del juzgado y pasarlo a que lo atendiera un militar, así todos locos de alegría. En el médico militar de la zona de Eritaña quedó la cosa, bien tapada y en casa.
Como el SIGC era buen cumplidor de la ley vigente, a las setenta y dos horas fue trasladado en presencia del Juez Togado Militar, llamado José Carrillo Colmenero, no lo sabemos seguro pero creo estaba asociado al club de futbol del Sevilla, la eminencia podía asociarse, el subdito Cabo Rosa NO. Al Togado le hizo saber que la derención era ilegal que no se podía detener a una persona por ejercer sus derechos constitucionales y que la guardia civil no era militar tal y como decía el 104 de la CE y la ley de FCSE, careciendo dicho togado de jurisdicción. El Juez Togado Don José Carrillo Colmenero con gran obediencia y excelente saber lo ingreso para que descansara del jarabe de palos de bienvenida que le dieron sus compañeros y lo mandó a la prisión militar de Santa Catalina en Cádiz, siendo en el mes de diciembre trasladado a la prisión Militar de Alcalá de Henares para que así su familia estuviera más lejos de su casa y así pasar unas excelentes vacaciones de un lado de España a otro. La historia del Cablo Rosa fue así de prisión militar en prisión militar hasta el año 1995, que fue expulsado de la guardia civil, condenado sin juicio, imputado por un delito que nunca existió y expuesto continuamente a que se declara loco por solicitar el derecho de asociación.
Para terminar Ya, una historia increible difícil de creer, fue verdad, pasó en España, y bajo el paraguas de la vigente constitución, es la lista de la operación columna contra todos y contra la democracia, bajo el paraguas de Felipe González. Si a lo grave de todo se le une las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, del Tribunal constitucional de España y de los ingresos por la fuerza de innumerables guardias civiles por solicitar sus derechos constitucionales, junto a un poder judicial sometido a la corrupción política podemos decir que la democracia en España es una quimera, una falsa democracia y una vulneración flagrante a los derechos humanos. El TEDH fue rotundo, dijo en su sentencia 69966/01, España cometió delitos de detención ilegal con cientos de guardias civiles, dijo que la Guardia Civil no es militar, y también señala que hasta los militares tienen derechos constitucionales. España tiene una deuda histórica y humana con los UMDEVERDES, unos guardias civiles decentes que no se pusieron de rodillas nunca que no cedieron a la indecencia ni a venderse. Los derechos humanos no se mendigan y a los suyos no se les vende, traiciona, porque formamos parte del pueblo y el pueblo necesita una Guardia Civil, civil al servicio del pueblo.
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